Fiebre
Pensaran que me ha dado fiebre por publicar entradas, tres en un día, pero por ser cortas seguro que me lo pueden dejar pasar.
No se cuantos de ustedes han ido a un muelle o visto una película en donde salga uno en escena. En estos momentos veo mi vida desde afuera, como una niña de pie en un muelle, observa acercarse un barco. El barco lleva la vela rota, el mástil inclinado. La madera manchada de algas. Los ojos de la niña se humedecen al reconocer a los pasajeros del vehículo marítimo.
En su mente una pregunta resuena:
-"Llegara el barco al muelle?"
Cada minuto que pasa es tormentoso, su avance es tan lento que el sol alcanza a desaparecer del cielo. La luna toma su lugar y es cuando la niña mas asustada esta. La marea se alza contra el firmamento estrellado. Las lagrimas saladas descienden por las mejillas de la criatura. Sus ojos no pierden el movimiento de las olas contra el mascaron, sometiéndolo a terribles embestidas que debilitan la poca fuerza que lo impulsa hacia el puerto. La batalla continua horas y horas hasta que vuelve a ser de día, aun el barco esta lejos del muelle, aun le quedan muchas noches que pasar. Y la niña, aun de pie, con las lagrimas secas en su rostro, la nariz enrojecida. Los labios se separa para volver a preguntar, en un tono tembloroso y que muere contra el murmullo del mar:
-"Llegara el barco al muelle?"
El día mis intentos. La noche mis fracasos.